Acción y Reaccion
Hace tiempo que no me siento tranquila a escribir. Es cierto que he tenido mis obligaciones y es cierto que cuando he dispuesto de tiempo, la inspiración me había abandonado.
Se acerca el fin de año, y siempre para estas fechas acostumbro a escribir algo, a veces, algo con humor, otros algo más reflexivos. En esta ocasión se me hace difícil saber con exactitud que escribir.
Quiero contar las cosas buenas que han pasado, y quiero reflexionar sobre los aprendizajes que he recibido a través de las cosas malas, pero mi memoria se niega a trabajar al respecto.
Dicen que muchas cosas distintas sucederán en este nuevo año que se avecina, honestamente, espero que sean buenas, de hecho… siempre encaro la llegada de un nuevo año con la esperanza de que sea mejor.
A veces ansío saber que esperan los demás, pero cuando me vienen con ideas fatalistas, se me acaban las ganas de escuchar o leer. Me pregunto, ¿tanta ansiedad hay porque se acerque el fin del mundo? ¿Tan bien les van las cosas para que deseen o pronostiquen que para el año que viene todo será peor? ¿Tan pocas esperanzas, fe y confianza hay, como para que les cueste ver que a pesar de todo lo malo que sucede, en forma paralela en algún lugar o a alguien le está yendo bien y que existe la posibilidad de que en algún momento la balanza se incline a nuestro favor?
La verdad solo puedo pensar en que alguna vez las cosas, van a mejorar, pero soy consciente de que todo cambio empieza por uno mismo. Somos nosotros quienes primeros debemos cambiar, somos nosotros quienes debemos estar dispuestos a afrontar la vida con optimismo y esperanza, somos nosotros los que tenemos la capacidad de ser mejores o peores.
A veces daría la impresión de que siempre esperamos que las cosas sucedan por sí mismas, que mejoren por arte de magia, que cambien inmediatamente. Siempre esperamos que el otro cambie… pero, ¿Qué pasa con nosotros? ¿Por qué esperamos que sea el otro el que haga siempre las cosas, el que cambie?
Si consideramos que el otro tiene o debe cambiar, también deberíamos tomar en cuenta que nosotros tenemos la capacidad para hacerlo.
Toda acción tiene una reacción y si nosotros cambiamos, es seguro que todo a nuestro alrededor cambie…
Así que si me pongo en reflexiva solo diré que espero que este año que comienza, tengamos todos, la capacidad de comprobar que en nosotros está el cambio. Si encaramos la vida con fe y esperanza, como así también buenos deseos, seguramente ella nos encarara de la misma manera.
Por lo tanto solo terminare este escrito de la siguiente manera.
Toda acción tiene una reacción, si queremos un cambio empecemos por cambiar. No esperemos que el otro lo haga primero para hacerlo nosotros. Tomemos las riendas de nuestras vidas con el ansia y el deseo de ser mejores personas y seámoslo, porque eso generara una reacción en cadena.
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